Foto: Archivo de RNV |
El mundo recuerda hoy al Che Guevara, al que nunca se ha ido, al que ha trascendido todos los olvidos
decretados, todos los errores y fracasos en el camino de la emancipación
definitiva del ser humano.
Para confirmarlo basta con mirar cualquier manifestación contra la
opresión, por la libertad y la justicia: la imagen del Che atraviesa como
ninguna otra, ese mundo de banderas, pancartas y carteles.
Asesinado por órdenes de la Agencia Central de Inteligencia norteamericana (CIA), cuarenta y cuatro años atrás, el Che se convirtió en un símbolo
de la rebeldía y la esperanza de los pueblos por un futuro de justicia social.
Ernesto Guevara fue hecho prisionero el 8 de octubre de 1967 tras el combate en la Quebrada de Yuro Bolivia, donde con su grupo se enfrentó a una fuerza militar numéricamente superior del ejército del régimen del general René Barrientos.
Luchó, hasta que una bala enemiga inutilizó su rifle. Herido en una
pierna y con una presencia de ánimo que hizo temblar a su ejecutor, el Che fue
asesinado al día siguiente en una humilde escuelita en el sitio de La Higuera.
No porque ocultaran sus huesos por largo tiempo se pudo derribar la imagen, ni los sentimientos que mueve, este revolucionario argentino- cubano, que predicó con el ejemplo.
Había nacido en Rosario, Argentina el 14 de junio de 1928. Seis años después se trasladó con su familia a la provincia de Córdoba, donde inicia sus estudios de bachillerato. Allí conoció a su amigo Alberto Granados.
Revolucionando la academia
Después, en 1945 el Che Guevara alterna sus estudios de Medicina en Buenos Aires con el trabajo voluntario en un Instituto de Investigaciones Alérgicas. El asma lo acompañó toda la vida y aún así anduvo por llanos y montañas, atravesó ríos y helados paramos, durante su accionar revolucionario.
Su famoso viaje en motocicleta en 1951 junto con Alberto Granados, es una muestra de su carácter decidido y una prueba de la avidez que tenía por conocer a fondo su tierra latinoamericana
.
Graduado de médico en 1953 y tras ser declarado inepto para cumplir el servicio militar obligatorio, el joven Guevara viaja en tren a Caracas, donde se reúne con Granados que trabajaba entonces como médico en el leprosorio de Cabo Blanco.
Graduado de médico en 1953 y tras ser declarado inepto para cumplir el servicio militar obligatorio, el joven Guevara viaja en tren a Caracas, donde se reúne con Granados que trabajaba entonces como médico en el leprosorio de Cabo Blanco.
Asimismo hace contacto con el abogado porteño Ricardo Rojo en transito hacia Guatemala, donde se encuentra en Agosto de 1954 al producirse la invasión mercenaria contra el gobierno de Jacobo Arbenz.
Un mes después Che viajó a México y conoce a varios revolucionarios cubanos, entre ellos Raúl Castro. Allí se ganaba la vida como fotógrafo hasta que consiguió una plaza como médico en el hospital central de la capital mexicana.
En el año 1956 conoce a Fidel Castro quien lo invita a participar en la expedición del yate Granma: aquí se inicia su intenso periodo como revolucionario combatiente que, después de su asesinato, no termina.
Che fue uno de los sobrevivientes del Granma. Ya en la Sierra Maestra se convierte en el medico del Ejercito Rebelde, pero a la vez combatía contra las tropas del dictador Fulgencio Batista, y en 1957 ya era Comandante de la cuarta Columna.
Muy pronto el guerrillero funda en 1958 el periódico El Cubano Libre y la emisora Radio Rebelde. Ese mismo año conduce la columna número 8 Ciro Redondo desde la Sierra Maestra hasta las Villas, y es nombrado jefe de todas las unidades del Movimiento 26 de Julio de esa provincia
.
La batalla de Santa Clara y hechos como el descarrilamiento del tren blindado protagonizados por la columna del Che, derribaron los obstáculos al Ejército Rebelde para alcanzar el triunfo.
La batalla de Santa Clara y hechos como el descarrilamiento del tren blindado protagonizados por la columna del Che, derribaron los obstáculos al Ejército Rebelde para alcanzar el triunfo.
También en la que es hoy la provincia Villa Clara, Ernesto Guevara, conoció a Aleida March, con quien se casó en 1959 y es la madre de sus cuatro hijos. Compartió con obreros y trabajadores en su calidad de Ministro de Industrias y es en Santa Clara, el lugar donde una estrella encendida vela el nicho de su ultimo sueño.
Después de la huida del dictador Fulgencio Batista, el 2 de enero de 1959, llega la victoriosa columna del Che a La Habana. Y el 9 de febrero de ese mismo año, por ley de la Revolución, es declarado ciudadano cubano por nacimiento.
El Che Guevara ejerció diferentes responsabilidades en el gobierno revolucionario de Cuba. Fue Jefe del departamento de industrias del Instituto Nacional de Reforma Agraria y después en 1961 es designado Ministro de Industrias. Igualmente ocupó la presidencia del Banco Nacional de Cuba.
Durante la invasión mercenaria por Playa Girón, en abril de 1961, ocupa su lugar de combatiente en las Fuerzas Armadas Revolucionarias, lo que también hace en 1962 al estallar la crisis de Octubre o Crisis de los misiles que puso al mundo al borde de una catástrofe nuclear.
Trabajó intensamente, viajó por varios países llevando el mensaje de la Revolución Cubana, estudió mucho, escribió discursos, artículos, compareció con frecuencia en la radio y la televisión y recibió todas las distinciones merecidas por su ejemplaridad.
Destaca en este sentido, el certificado que le otorgaron en agosto de 1964, por haber cumplido más de 240 horas de trabajo voluntario en el semestre.
Una vez que consideró que había cumplido con la Revolución Cubana, el primero de abril de 1965 escribe una carta despedida al Comandante Fidel Castro donde le dice que otras tierras reclaman el concurso de sus modestos esfuerzos
.
En los nuevos campos de batalla llevaré la fe que me inculcaste, el espíritu revolucionario de mi pueblo, la sensación de cumplir con el más sagrado de los deberes, luchar contra el imperialismo dondequiera que esté, esto reconforta y cura con creces cualquier
En los nuevos campos de batalla llevaré la fe que me inculcaste, el espíritu revolucionario de mi pueblo, la sensación de cumplir con el más sagrado de los deberes, luchar contra el imperialismo dondequiera que esté, esto reconforta y cura con creces cualquier
esgarradura.
Se despedía el Che Guevara, ¡Hasta la victoria siempre!
Se despedía el Che Guevara, ¡Hasta la victoria siempre!
Fuente: Publicaciones Web RNV
08/10/2011
No hay comentarios:
Publicar un comentario